Fuente: АrсhDаilу
¿Qué son las infraestructuras vivas?
La infraestructura es ampliamente conocida por la población en general, definida simplemente como un conjunto de servicios fundamentales para el desarrollo socioeconómico de una región, tales como saneamiento, transporte, energía y telecomunicaciones. Los ejemplos comúnmente presentados siempre se refieren a estructuras físicas hechas por el hombre. Sin embargo, en las últimas décadas ha surgido un nuevo concepto de infraestructura, impulsado principalmente por la urgente necesidad de reconciliación entre los seres humanos y la naturaleza para la supervivencia de las especies.
A diferencia de las enormes tuberías prefabricadas de hormigón y la maquinaria pesada, la infraestructura viva recurre a soluciones sostenibles ya presentes en la naturaleza, que van desde especies de vegetación para reducir el riesgo de deslizamientos de tierra hasta la creación de ostras para evitar inundaciones costeras. Este concepto se refiere a todos los ecosistemas interconectados en una región, centrándose en la vegetación (infraestructura verde) y otros componentes naturales como la gestión del agua (infraestructura azul).
Su propósito es simple: reducir el impacto ambiental de los grandes centros urbanos y hacer que las ciudades sean más resilientes al cambio climático. Y sus ejemplos están más presentes de lo que imaginamos, como techos verdes, parques, jardines comunitarios y silvicultura urbana. Además, la infraestructura verde también incluye sistemas de filtración de agua a través de humedales, recolección y reutilización de agua de lluvia, entre otros. Por lo tanto, además de preservar la fauna y la flora de la región, la infraestructura verde puede eliminar o regular los impactos sobre el clima, los ciclos hidrológicos, los flujos de nutrientes, los peligros naturales y las plagas, al mismo tiempo que conecta a las personas con la naturaleza.
Están surgiendo iniciativas que trabajan con otras formas de vida, más allá de las plantas, para crear entornos urbanos más sostenibles. A la luz de eventos climáticos cada vez más severos, está creciendo la idea de aprovechar ecosistemas como bosques, arrecifes y manglares para que actúen como barreras naturales contra los efectos adversos de un clima cambiante. Estos ecosistemas ofrecen beneficios tangibles cuando se consideran en las etapas de planificación del desarrollo de infraestructura. Los arrecifes de coral, por ejemplo, pueden reducir la energía de las olas en un 97%, protegiendo las playas para uso recreativo y turístico. De manera similar, los manglares brindan una barrera natural para filtrar contaminantes y estabilizar sedimentos, protegiendo las costas de la erosión.
En este sentido, cabe mencionar el Oyster Restoration Research Project (ORRP), que cuenta con cinco arrecifes piloto implantados en lugares del entorno del Puerto de Nueva York con diferentes condiciones ambientales. Los arrecifes experimentales se construyeron sobre una base de roca cubierta con capa de caparazón de moluscos y están diseñados para controlar la erosión. Otro ejemplo es el proyecto Living Breakwaters, también en Nueva York, un experimento de gestión de riesgos de $60 millones que tiene como objetivo cultivar arrecifes de ostras para controlar mejor las tormentas, el aumento del nivel del mar y las inundaciones costeras.
Tanto las estrategias más habituales, como los techos verdes o la silvicultura urbana simple, como las más innovadoras, como la gestión de los arrecifes de coral, presentan numerosas ventajas para las ciudades. Son, en la mayoría de los casos, estrategias que requieren menos mantenimiento, tienen mayor longevidad y pueden ser más económicas que sus contrapartes artificiales. Un estudio de Nature Communications, por ejemplo, encontró que el costo promedio de construir rompeolas artificiales es de aproximadamente $20 por metro, mientras que la restauración de un metro de arrecife de coral cuesta solo $1,30. Sin mencionar todas las ganancias obvias de la sostenibilidad ambiental al pasar de la explotación de los recursos naturales a estrategias que se relacionan con la naturaleza de una manera respetuosa y resiliente.
Fuente: АrсhDаilу