Fuente: АrсhDаilу
Complejo San Crescente / Izquierdo Lehmann
Texto descriptivo proporcionado por los arquitectos. Este grupo de departamentos está ubicado en un barrio jardín cercano al centro financiero de Santiago, en un lote de esquina con un frente de 50 metros, desarrollado por un grupo de amigos como un proyecto para crear algo diferente a lo que usualmente se encuentra disponible en el mercado inmobiliario La construcción se concibe como un volumen unitario hacia la calle, estructurado por dos modelos superpuestos. A lo largo, una serie de elementos de madera realzan la intimidad entre la calle y el fondo del lote. En sentido transversal, una serie de muros de hormigón divide el volumen total en cinco tramos iguales.
Longitudinalmente no hay paredes sino una serie de filtros. Frente a la acera hay una valla ligera con un banco largo y una jardinera incorporada. Se planta un zócalo de 60 cm de altura de 5 x 40 m de uso común en la acera con árboles de gran porte. Un alero corrido de 180 cm marca un recorrido de acceso a cada casa. Debajo, una segunda jardinera se erige entre el patio y las cinco casas. Las casas se abren al patio a través de ventanas dispuestas entre montantes de pino de doble laminado.
Esta modulación sólo se ve interrumpida en el primer piso por cinco puertas idénticas de madera de lenga que acceden a las viviendas. Una vez dentro, una estructura de pilares, celosías y estantes abiertos enmarcan los límites difusos entre la cocina, el vestíbulo y la oficina que dan al patio común. La sala de estar da a un patio privado en la parte trasera del lote. El patio de cada casa y la calle se comunican entre sí a través de esta estructura de madera.
Transversalmente, la estructura portante coincide con la propiedad. Un piso subterráneo cruza el lote albergando un piso común continuo con estacionamientos, almacenes y áreas de servicio. En el primer piso, seis muros de hormigón visto dividen el volumen total en cinco secciones. El segundo piso contiene los dormitorios en una barra continua hacia la calle. Los apartamentos están separados de sus vecinos por ambos lados hacia el interior de la propiedad, dejando así un vacío entre cada casa, que ventila e ilumina los baños.
El suelo acristalado de este vacío constituye un lucernario en ambas paredes del salón de la primera planta. Así, las viviendas adosadas, a pesar de su limitado perímetro exterior, reciben luz natural por los cuatro costados, como una vivienda aislada. La estructura de madera laminada se dispone bajo una modulación continua de 76 cm con sus elementos verticales expuestos al exterior, rompiendo la diagonal entre viviendas. La repetición de este módulo crea un ritmo constante en la fachada que enmascara las diferencias de propiedad en un volumen unitario, a la manera de una gran casa para cinco familias que se abre a la calle como un solo edificio.
Fuente: АrсhDаilу