Fuente: АrсhDаilу
Colaboración intercultural: una herramienta para imaginar el futuro de África
Mientras la Bienal de Arquitectura de Venecia presenta su 18ª edición titulada «El laboratorio del futuro», se centra en África como un lugar de exploración que ofrecerá una plantilla para soluciones para el mundo. Según su curadora Lesley Lokko, la Bienal explora conceptos arraigados como el clima, los derechos territoriales, la descolonización y las culturas. Nos desafía a cuestionar cómo la historia de África puede ser una herramienta radical para la imaginación y nos recuerda la declaración de Stephen Covey: «Vive de tu imaginación, no solo de tu historia». El título de la bienal es probablemente la pregunta más ambiciosa en años. Nos obliga a revisar todos los límites de las sociedades históricas del continente, explorar la influencia de las fronteras coloniales impuestas sobre ellas y examinar las identidades duales que dieron origen. Debemos considerar cómo estas identidades pueden ser instrumentos de creatividad y, lo que es más importante, reconocer que cada sociedad africana tiene un punto de vista único. Este punto de vista anhela la colaboración intercultural como una poderosa herramienta para la imaginación.
África es un continente de gran diversidad cultural. Sin embargo, esta diversidad no se alinea con las fronteras nacionales creadas por las potencias coloniales. La partición del continente se hizo con un conocimiento limitado de sus estructuras socioculturales, utilizando las características físicas regionales y la búsqueda de la riqueza natural para definir los límites. Como resultado, las sociedades étnicas han tenido que soportar la desaparición de sus estructuras culturales, que ahora se superponen con las fronteras de sus nuevas naciones. Sociedades étnicas similares tuvieron que establecer nuevas identidades culturales, y múltiples sociedades étnicas se vieron obligadas a formar una nueva entidad y negociar una nueva identidad. Esta es una historia fundamental de una historia compleja que resuena en todo el continente.
La fricción de la dualidad de la identidad africana plantea constantemente preguntas sobre cómo se relacionan el arte, el diseño y la arquitectura. Por ejemplo, ¿qué es exactamente una arquitectura nacional que abarca múltiples etnias? ¿Cuál sería una reinvención moderna de la arquitectura yoruba que encaje dentro de Nigeria, y cómo se diferenciaría en la traducción de los yoruba que son nacionalidades de la República de Benin? Estas preguntas ofrecen múltiples capas de recursos que los artistas y diseñadores tienen que interrogar, pero también presentan una rara oportunidad para un proceso radical de creatividad y construcción de conocimiento a través de colaboraciones interculturales.
La colaboración entre sociedades con similitudes culturales históricas y nuevas diferencias nacionales sería una herramienta novedosa para la imaginación y ofrecería nuevas formas de ver el futuro. Este enfoque derrumba las fronteras impuestas en la historia y permite la interacción étnica y regional en todo el continente.
Múltiples instalaciones en la Bienal dieron voz a las historias construidas de África. La pieza de Kere Architecture, titulada «Contrarrestar», retrata los aspectos interiores y exteriores de los paisajes urbanos de Burkina Faso. El exterior emplea gráficos para mostrar la naturaleza utilitaria de los anuncios, los nombres de las tiendas y la información pública del país. Estos elementos están combinados, pero un mensaje escrito con audacia se destaca en la pared de la instalación: «El hecho de que nuestra historia haya sido interceptada por otros no significa que nuestro futuro deba serlo». Es un punto culminante que invita a la reflexión de esta instalación, que celebra el pasado de la arquitectura de África Occidental, hace un balance de lo que está presente y empuja hacia un enfoque diferente. El artista Olalekan Jeyifous también creó una instalación en la bienal que presenta una sala configurada como el modelo «All-Africa Protoport (AAP)». Esta instalación ofrece un vistazo a un futuro potencial construido sobre las historias construidas de las tecnologías renovables indígenas africanas.
El pasado siempre será un recurso importante para la imaginación, pero la forma en que interactuamos con la compleja historia de África puede ser diferente. Al investigar la fricción entre los límites socioculturales que alguna vez existieron y los actuales coloniales, podemos examinar la dicotomía entre el patrimonio cultural compartido entre las sociedades del continente y sus identidades sociales actuales. Esta fricción se encuentra en el corazón de cada africano y se refleja en los múltiples idiomas que hablan, tanto culturales como coloniales. Define cómo vemos el mundo, nos relacionamos con él y proponemos ideas para él. Podemos usar esta dualidad como puntos de fricción para explorar la creatividad, el conocimiento, el arte, el diseño y la arquitectura entre las nacionalidades del continente.
La idea de colaboración en la escena artística africana se remonta al movimiento artístico panafricano de principios del siglo XX. Este movimiento surgió en respuesta a las experiencias coloniales y poscoloniales de los pueblos africanos, con el objetivo de unificar las culturas africanas y promover un sentido de identidad compartida, historia y expresión creativa. Allanó el camino para que los artistas de todo el continente dejaran su huella en la escena artística mundial y estableció festivales de arte que exhibieron la rica herencia cultural de su gente. Ejemplos notables incluyen el Festival Mundial inaugural de Artes Negras en Dakar, Senegal, en 1966, y el Segundo Festival Mundial de Artes y Cultura Negra y Africana en Lagos, Nigeria, en 1977. Si bien estos festivales celebraron identidades individuales en una plataforma compartida, también sirvió como precursor de una colaboración que interroga los múltiples lentes de la diversidad de África.
La música, por ejemplo, ha sido un medio destacado para explorar la colaboración intercultural. Yamore, una canción de Salif Keita con Cesária Évora, es un excelente ejemplo de esto. Cantada por el cantautor maliense y artista caboverdiano, la canción es una conmovedora mezcla de lenguaje y cultura que habla sobre el amor. En diferentes puntos de la canción, los artistas utilizan sus respectivos idiomas culturales y coloniales como formas instintivas de autoexpresión, lo que da como resultado una melodía que entrelaza el caboverdiano, el inglés, el francés y el bambara. A través de esta diversidad lingüística, el mensaje subyacente de amor se transmite de manera efectiva. La canción sirve como modelo que se puede aplicar a otras formas de arte, diseño y arquitectura como un medio para promover la creatividad.
Finalmente, la bienal es un momento de reflexión para artistas y diseñadores. Busca formas a través del diseño para permitir que las personas se entiendan entre sí en un continente tan diverso. Los artistas, diseñadores, arquitectos, investigadores y educadores pueden aprovechar esto seleccionando intencionalmente colaboraciones interculturales en proyectos prospectivos. Esto reconoce que todos tienen una forma única de ver el mundo, y para alguien en África, es una forma novedosa debido a las complejas capas de la historia. Cuando se interrogan deliberadamente múltiples puntos de vista para dar a luz algo nuevo, los resultados son ideas poderosas y distintivas que merece el futuro de África.
Fuente: АrсhDаilу