Fuente: АrсhDаilу
Casa Najarro / Raúl Almenara
“Para mí es vital, e insisto en ello con mis alumnos, no perder nunca de vista diferentes disciplinas artísticas como la danza, la pintura, la escultura o la moda, para inspirarnos en la tarea de hacer arquitectura”.
Busca inspiración. Desde las civilizaciones y culturas más antiguas, la danza se ha entrelazado con la vida humana, convirtiéndose en una seña de identidad entre tribus y pueblos, para comunicar sus sentimientos al medio ambiente. Cabe señalar que la diferencia entre la danza técnica y la danza expresiva es que esta última requiere estudios y técnicas más estructuradas que las danzas expresivas, que suelen ser más libres. La danza técnica es por tanto una forma de expresión y comunicación muy precisa, incluso entendida como expresión artística. Raúl Almenara creó y diseñó un espacio curvo, en forma de espiral, en la que sigue siendo su obra más mediática, la casa del director del Ballet Nacional de España, Antonio Najarro, partiendo de esta premisa.
La residencia de Najarro se diseñó en coherencia con su identidad y su propia vida, asumiendo las características y peculiaridades de la danza en general y del propio director de ballet en particular. Revisando su obra, técnica, estilo y mecánica, se estudió y desarrolló la trayectoria de Antonio Najarro para inspirar al artista. ¿Cómo extrapolar el ritmo a un paisaje? ¿Cómo puede un artista captar la esencia de otro en un espacio para ser habitado?
Arquitectura al servicio de la danza. «Origen Alento», la coreografía de Najarro, fue la pieza inspiradora que llevó a Raúl Almenara a romper con los convencionalismos y ofrecer una renovación que desafiaba todas las normas. El origen de esta residencia personal surge así del estudio de los bocetos realizados por el propio Najarro para guiar a sus bailarines en el espacio escénico.
El proyecto utilizó estos bocetos para comprender el movimiento de los bailarines alrededor de la superficie, articulando la construcción en línea con la danza tradicional española. De esta forma, los espacios domésticos se deforman, adoptando morfologías propias de diferentes técnicas de danza. En consecuencia, esta idea se llevó a cabo en todas las escalas del proyecto: distribución, acabados, detalles constructivos, mobiliario y todo tipo de menaje. El resultado es una curiosa y lograda adaptación de la arquitectura a los movimientos artísticos de la danza de Najarro, es decir, la arquitectura al servicio de la danza.
El detalle. Algunos materiales y formas constructivas presentes en Casa Najarro son únicos y característicos del universo Almenara. El elemento destacado de esta construcción es sin duda la cerámica, un material muy ligado a la tradición de la arquitectura española. Otro material con fuerte presencia es el microcemento. Recubre los suelos, techos e isla de cocina de la residencia, con diferentes tonos de rosa (como se ve en la obra «Origen Alento»), que en forma de espiral crean un ambiente envolvente. Especial mención merece también el posicionamiento estratégico de los espejos, piezas clave y habituales en los diseños del arquitecto. Disimulan pilares, amplifican el espacio, multiplican la presencia de luz y figuras, tal y como ocurre con las plantas del exterior, jugando a «desplazar» a los que quedan en la estancia.
“El resultado de todo el trabajo realizado con este proyecto es una residencia contemporánea y fluida que reinterpreta el origen de nuestra cultura a través de la danza para crear un espacio contemporáneo. Combina la fuerza, la pasión y la energía heredada de las raíces del folclore con la ligereza , casi etéreo, característico del ballet clásico».
Fuente: АrсhDаilу