Fuente: АrсhDаilу
Apartamentos SARDENYA 356 / Atienza Maure Arquitectos
Contexto. El proyecto es la construcción de un edificio entre medianeras de 12 viviendas en Barcelona. Se encuentra en un solar estrecho entre las calles Còrsega y Sardenya, adosado a la esquina pero sin acceso al patio de manzana. Esta condición casi residual en el tejido del Eixample nos llevó a proponer una fachada lo más transparente posible, conectando al máximo las casas con el clima mediterráneo de Barcelona pero al mismo tiempo protegiéndolas del sol y de una calle con mucho tráfico motorizado.
Nuestras referencias más claras en un principio eran las fachadas con celosías y brise soleil de algunos proyectos locales de arquitectos como Mitjans, Coderch o Bofill, pero enseguida nos fascinó la sencillez de las fachadas traseras del Eixample, con su aparente no diseño, practicidad y belleza.
Materialidad. El proyecto explora el potencial de estas fachadas decimonónicas de los patios de manzana del Eixample, con galerías acristaladas protegidas por simples persianas de madera y que, al abrirse, forman balcones corridos a lo largo de toda la fachada. Hemos adoptado este sistema de sombreado mediterráneo con un diseño a medida de persianas de pino estándar motorizadas montadas sobre carpintería plegable de aluminio. Al usar persianas de madera comerciales, nos aseguramos de que puedan repararse o reemplazarse de manera fácil y económica.
Las ventanas de aluminio también van de suelo a techo para conseguir esa sensación de máxima apertura en los jardines de verano e invierno, con suelos de hormigón pulido y techos de losa de hormigón visto. La planta baja dispone de dos dúplex de paso con jardín trasero, protegidos de la calle por celosías correderas de pino. La parte superior del cuerpo se puede abrir completamente para lograr privacidad y un efecto de luz cenital que creemos que agrega un gran valor a los hogares que normalmente tienen malas condiciones de vida.
Un dispositivo climático vernáculo. Este sistema mediterráneo de protección de fachadas mediante contraventanas de madera consigue aportar frescor en los calurosos veranos de Barcelona y gran cantidad de luz y efecto invernadero en sus suaves inviernos, de una forma amable, sencilla y muy eficaz.
Fuente: АrсhDаilу